domingo, 23 de diciembre de 2012

Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro.

No sé si lo recuerdo o me lo contaron pero cuando era chiquita mi mamá me decía ‘dame la mano para cruzar la calle’, y yo le decía ‘no, no te la doy, te la presto’, porque dar la mano me sonaba a darla, sacármela y darla ¿pero dar una mano no es un poco eso?

Dar una mano a alguien es mucho más que hacer un favor. No es dedicar unos minutos que te sobran o prestar una remera que no usas, es dar una parte tuya, es darte vos.

Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro. Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer. Cuando vos diste tu mano ya no hay forma de soltarla, ya no es tuya, está unida a la del otro, las dos manos son una.

No hay comentarios:

Publicar un comentario