lunes, 24 de diciembre de 2012


                                                           ¡FELIZ NAVIDAD!

domingo, 23 de diciembre de 2012

Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro.

No sé si lo recuerdo o me lo contaron pero cuando era chiquita mi mamá me decía ‘dame la mano para cruzar la calle’, y yo le decía ‘no, no te la doy, te la presto’, porque dar la mano me sonaba a darla, sacármela y darla ¿pero dar una mano no es un poco eso?

Dar una mano a alguien es mucho más que hacer un favor. No es dedicar unos minutos que te sobran o prestar una remera que no usas, es dar una parte tuya, es darte vos.

Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro. Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer. Cuando vos diste tu mano ya no hay forma de soltarla, ya no es tuya, está unida a la del otro, las dos manos son una.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Felicidad

Porque cuando tenemos la felicidad frente a los ojos, no sabemos verla. Siempre pensamos en lo que nos estamos perdiendo, deseando cosas que no tenemos, cosas de otros; y en realidad todo lo que necesitamos para ser felices está ahí, mordiéndonos la mano. Creemos que la felicidad es algo difícil de alcanzar y a veces hasta nos convencemos de que nunca vamos a ser felices, pero sólo depende de nosotros, es saber encontrar la felicidad de lo que tenemos, de valorarla y cuidarla, encontrar la felicidad es mucho más fácil de lo que creemos; algunos se pasan la vida buscando la felicidad, cuando no la encuentran desesperan, se resignan a ser infelices toda la vida. El problema es que la gente no entiende, no entiende que la felicidad no está en un lugar y hay que ir a buscarla, porque la felicidad siempre está, está en una charla, en un amigo, en una mirada, en una sonrisa… La felicidad es algo tan simple, que hasta a veces no nos damos cuenta que está y ese es el problema, ese fue mi error.

martes, 4 de diciembre de 2012

Utopía

Las utopías, como dice Eduardo Galeano, la utopía esta en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Pero entonces uno se pregunta, ¿para qué sirve la utopía si siempre se aleja? Para eso sirve, para caminar. Para tener una utopía hay que tener fe, para creer que eso que deseamos es posible. Una utopía, por definición, es algo que no existe, un puerto inalcanzable, pero necesario para viajar. La utopía es una llamada a la ilusión, al inconformismo, a la rebeldía, al compromiso. La utopía es una llamada a la esperanza. Por eso, para cambiar el mundo, es tan necesaria.